Política y Defensa
El tema seleccionado para dar inicio al desarrollo de la relación entre política y defensa es el de los recortes presupuestarios que se han propuesto en los últimos meses para las FFAA. No es necesario demostrar la actualidad y gravedad de los mismos, sino que en este informe se pretende ordenar las medidas tomadas por el gobierno y analizar sus consecuencias.
-¿Por qué y en qué medida se recorta el presupuesto?
Los recortes de este año se deben principalmente a la crisis económica internacional, y van del 20 al 25%, lo que representa $120 millones menos para el Ejército, $80 millones menos para la Armada y $60 millones menos para la Fuerza Aérea.
La orden de recortes provino del secretario de Hacienda, Juan Carlos Pessoa, quien comunicó a la ministro Garré la instrucción de eliminar el 20% en rubros que no pueden compensarse con partidas de otros programas para que el recorte sea efectivo. Esta orden impuesta desde Economía no consideró su asesoramiento ni los informes de los Jefes de Estado Mayor.
-¿Qué áreas se ven más afectadas por los recortes y cuáles menos?
Se privilegiarán la educación y el personal, las reparaciones del rompehielos Almirante Irízar y del submarino San Juan, y la participación en misiones de paz de la ONU.
Las víctimas del recorte serán: la Fragata Libertad, las operaciones previstas para este año y los ejercicios combinados, IOSE, la DIBA y la OSFA (las dos primeras ya aumentaron sus cuotas en un 3%); los incisos 2, 3 y el denominado «moneda 3» (fármacos, racionamiento, combustibles, y contratos y repuestos que se pagan en dólares o euros).
-¿Cuáles son las consecuencias a corto y largo plazo?
Este año, a causa del desempleo que se incrementará a nivel nacional, no habrá tantas fugas de oficiales hacia el sector privado, lo cual marca una diferencia con la crisis del 2001 en la que -por el recorte del 13% de los salarios- el personal era tentado por mejores remuneraciones.
En cuanto al aumento en el monto de las cuotas de las obras sociales, ya ha habido quejas de parte de los afiliados y sus familias por considerar la suba ilegal, iniciando ya algunos de estos, acciones judiciales.
De todos modos el presupuesto militar lleva años de recortes y su estado es delicado ya que sus estructuras están casi en su mínima expresión. Seguir reduciéndolo implica llegar al límite de no operar y hacer más vulnerable el esquema disuasivo del país. Además los comandos de institutos de formación tomaron previsiones para adelantar el término de los cursos; sin dinero para racionamiento se prevé licenciar cadetes y aspirantes antes de fin de año.
-¿Un plan futuro que poco a poco se hace realidad?
Para completar esta publicación citamos las palabras del ex Secretario de Asuntos Militares, José María Vásquez Ocampo, en la Escuela de Defensa. Este describió al Ministerio de Defensa del mismo modo en que lo vemos todos: “muy pequeño, con pocos recursos humanos, instrumentales y financieros”.
Añade que, “a raíz del reducido tamaño del ministerio sería necesario el cierre de algunas unidades, incluyendo liceos militares. Esto traería aparejado una disminución de personal y cierre de dependencias (se maneja un efectivo total de las FF.AA. que no superaría los 30.000 hombres, reduciendo también efectivos de Gendarmería y Prefectura con en los ríos Paraná y de la Plata y la frontera con Bolivia, Paraguay y Brasil)”.
Luego propone “colocar a la venta ciertos bienes, sobre todo inmobiliarios, para obtener los recursos que permitan a las FFAA auto financiarse para no resultar onerosas para el Estado. Con los recursos conseguidos, a través del desmantelamiento de su patrimonio, se debería modernizar el equipamiento y material bélico”.
Otro de los aspectos del plan de dicho funcionario es la disolución de hospitales militares para organizarlos en hospitales nacionales dependientes de las provincias. “Para el personal militar de la guarnición Buenos Aires seguirá funcionado el Hospital Militar Central dependiente del Ministerio de Salud y del de Defensa; para el resto de país, los hospitales que determine cada gobierno provincial. El personal retirado pasará a la órbita del PAMI”.
En el plano económico: “separar a las FFAA de toda actividad económica-industrial que pueda traer aparejado un crecimiento industrial y genere empleo para la Nación, y un poder de fabricación y autoabastecimiento del poderío militar. Permitir que las FFAA conduzcan un proceso de crecimiento industrial, no sólo es contradictorio con los planes del gobierno, sino que además, implicaría otorgar mayor presupuesto para inversiones, y esto es incompatible con la prioridad del gobierno central de achicar el gasto público y llegar al 0 % de desocupación”.
-Conclusión
Sabrán ustedes juzgar no sólo el grado de veracidad de estas palabras, sino hasta qué punto se han concretado en nuestro presente o serían concretadas. Los que hacemos esta publicación nos ubicamos en oposición a este tipo de proyectos, ya que creemos que separar absolutamente la actividad económico-industrial de la generación de empleo es una contradicción demasiado evidente como para no ser adrede.
-Mejorar su capacidad operativa.
-Reforzar la presencia del Estado en espacios geopolíticos vacíos.
-Demostrar firmes intenciones de proteger los recursos naturales estratégicos.
-Nacionalizar la doctrina y el equipamiento.
-Facilitar la cooperación regional.
-Coadyuvar al desarrollo nacional.
-Promover la investigación y la producción.
No faltan antecedentes históricos, tanto dentro como fuera del país, que nos asistan en la razón. Para demostrar que defensa y desarrollo sí van de la mano, basta mencionar: la industrialización de Cuyo bajo el Gral. San Martín con la obra de Fray Luis Beltrán; la política proteccionista de la Ley de Aduanas con Juan Manuel de Rosas; los Yacimientos Petrolíferos Fiscales con el Gral. Mosconi; las acerías con el Gral. Savio; la industria liviana, mediana y la producción militar en Córdoba bajo el Gral. Perón.
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